El amor no es violencia

 

Ella era una chica que practicaba en una academia de baile, se llamaba Irene, medía poco más de 1.55m, tenía el cabello negro, ojos color verde, la cara redondeada con una sonrisa muy hermosa, era una chica dulce, divertida, con una personalidad única que estaba terminando su tercer año de secundaria.

Mientras que Jay era un chico tímido, alto y flaco, con un pasado difícil y una vida que muy pocos conocían, frio por fuera, pero con un corazón lleno de amor para brindar.

Ellos se conocieron en un concurso de baile, donde ella fue a concursar con su academia, a Jay no le gustaban ese tipo de cosas, pero fue con su secundaria por obligación

Luego de aquel día en el que se conocieron, siguieron hablando durante semanas, tenían temas para hablar de sobra, y el tiempo no parecía ser un problema, poco a poco empezaron a ponerse apodos y a hacer salidas juntos que se empezaban a volver casi diarias. Días después decidieron dejar de ser amigos y empezar una relación amorosa. Todo era color de rosas, siempre se juntaban, charlaban, reían y realmente la pasaban muy bien, pero luego de dos años, de un día a otro su relación cambio radicalmente, Jay empezó a salir con sus nuevos amigos, los cuales no eran lo que se podría decir una buena influencia, desde ese momento él empezó a tomar mucho, casi siempre estaba ebrio.

Un día habían salido de su casa discutiendo, se dirigían hacia la fiesta en casa de Wendy, una de las amigas de Irene, que quedaba al otro lado de la ciudad. Iban caminando hacia la parada del autobús y comenzaron a discutir nuevamente sobre los amigos de él y del porqué siempre estaba ebrio. Jay comenzó a levantar la voz y la tomo con fuerza del brazo, ella se asustó y no sabía qué hacer para que se tranquilice, Irene logró soltarse del fuerte brazo de Jay y no vio otra opción que correr, no sabía qué hacía ni a dónde iba, solo quería escaparse de ese monstruo, pero él logro detenerla, agarrándola nuevamente, Jay segado por el enojo levantó su mano y le pegó una cachetada, para la suerte de Irene las personas que pasaban por el lugar se dieron cuenta de que él la estaba agrediendo, lograron someterlo y llamaron a la policía inmediatamente, cuando llegaron las fuerzas policiales al lugar intervinieron en la escena y detuvieron a Jay. Es así como Irene logró darse cuenta de lo toxica que era esa relación y terminó con él para nunca más volver a verlo.


F. V.


Comentarios

  1. En mi opinión es muy bueno saber que a veces el alcohol trae consecuencias irreparables,
    como la violencia, como lo menciona en el texto no saber controlarse a la hora de beber le empezó a generar problemas con su pareja, que después no pudo arreglar de ninguna manera.

    Pía Bonilla 3ª3año.

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